JasperCoin, una criptomoneda argentina para democratizar el mercado digital
La reducción es radical en el gasto energético. Jasper puede utilizar cualquier dispositivo o cualquier computador de muy bajo poder.
Fotografía cedida por Jasper Foundation de pequeños procesadores que llevan el nombre de "Jaspberries", que tienen la capacidad para llevar a cabo la creación de monedas virtuales sin estar conectados a una red red eléctrica más compleja. EFE
Buenos Aires EFE
A punto de sumergirse en el mercado digital, JasperCoin, una nueva criptomoneda creada en Argentina, nace a través de un algoritmo que busca "democratizar" el acceso a este tipo de divisas, al permitir a pequeñas empresas e incluso a individuales operar con ellas sin gran dependencia eléctrica.
Una de las características del campo de operaciones en el que se gestionan las criptomonedas es que la cantidad de energía utilizada para las transacciones es muy abundante, ya que se precisa una extensa red de computadores para llevarlas a cabo. Jasper busca simplificar ese proceso y, además, hacerlo más "accesible".
"La reducción es radical en el gasto energético. Jasper puede utilizar cualquier dispositivo o cualquier computador de muy bajo poder: un PC común puede hacer el minado, así que el gasto es más pequeño", afirma en una entrevista con Efe el ejecutivo general del proyecto Jasper, Gerardo Ratto.
El proceso de minado, como se conoce a la producción virtual de las criptomonedas, tiene dos formas de operación: el método Proof of Work (POW) prima a los actores más capaces para resolver un algoritmo matemático y el Proof of Stake (POS) se basa en dar prioridad a quien sea poseedor de más capital digital.
Jasper se mueve en una línea de actuación distinta y es lo que más destaca Ratto de la nueva tecnología que han puesto en marcha.
"En vez de decidir quién es el próximo minero en base a quien resuelve antes un problema matemático, como se hace en otras plataformas, aquí hay una ronda en la que se va eligiendo el próximo minero, que es el que hace más tiempo que no ha minado todavía", explica el experto argentino en tecnología.
Pese al mercado cada vez más extenso que protagonizan las criptomonedas -se ha creado en el país suramericano hasta una divisa con equivalencias de botellas de vino-, la referencial sigue siendo la red concebida en 2009 y que, actualmente, tiene un gran papel en la comunidad de inversores mundiales.
"Se inventó el concepto con bitcóin y a partir de ahí se hizo posible que muchos proyectos que utilizan el mismo concepto tecnológico puedan cubrir diferentes aspectos o necesidades de acuerdo a la filosofía del proyecto", señala Ratto.
"La reducción es radical en el gasto energético. Jasper puede utilizar cualquier dispositivo o cualquier computador de muy bajo poder: un PC común puede hacer el minado, así que el gasto es más pequeño", afirma en una entrevista con Efe el ejecutivo general del proyecto Jasper, Gerardo Ratto.
El proceso de minado, como se conoce a la producción virtual de las criptomonedas, tiene dos formas de operación: el método Proof of Work (POW) prima a los actores más capaces para resolver un algoritmo matemático y el Proof of Stake (POS) se basa en dar prioridad a quien sea poseedor de más capital digital.
Jasper se mueve en una línea de actuación distinta y es lo que más destaca Ratto de la nueva tecnología que han puesto en marcha.
"En vez de decidir quién es el próximo minero en base a quien resuelve antes un problema matemático, como se hace en otras plataformas, aquí hay una ronda en la que se va eligiendo el próximo minero, que es el que hace más tiempo que no ha minado todavía", explica el experto argentino en tecnología.
Pese al mercado cada vez más extenso que protagonizan las criptomonedas -se ha creado en el país suramericano hasta una divisa con equivalencias de botellas de vino-, la referencial sigue siendo la red concebida en 2009 y que, actualmente, tiene un gran papel en la comunidad de inversores mundiales.
"Se inventó el concepto con bitcóin y a partir de ahí se hizo posible que muchos proyectos que utilizan el mismo concepto tecnológico puedan cubrir diferentes aspectos o necesidades de acuerdo a la filosofía del proyecto", señala Ratto.
Lo que han pretendido diferenciar los creadores de Jasper del bitcóin, la divisa digital por excelencia, es que la producción de monedas "esté distribuida entre los productores de economía de manera equitativa" y que las pequeñas y medianas empresas no puedan ser desplazadas.
¿Cómo se alcanza esa "democratización" en un espacio virtual descentralizado? Permitiendo que todos los actores tengan acceso al minado a través de un dispositivo que vaya acorde con ese nuevo proceso bajo el que opera Jasper y que distribuye el turno "por una ronda, no por quién es el más fuerte", según Ratto.
A ese pequeño procesador que están creando lo han llamado "Jaspberry" y es compatible con computadores y teléfonos, una novedad en el campo por su capacidad para llevar a cabo la creación de monedas sin estar conectado a una red eléctrica más compleja.
De esta manera, se potencia en Latinoamérica, donde se presenta inicialmente la JasperCoin, que esta forma de pago se ponga al alcance de individuales y agentes más pequeños, teniendo en cuenta que el concepto parece reservado a día de hoy a grandes empresas con conocimiento en el ámbito tecnológico y matemático.
"El concepto es muy poderoso, es disruptivo en lo que nosotros pensamos", admite Ratto, que no se equivoca: pocas personas son ajenas ya a la presencia revolucionaria del bitcóin.
Por ello, anima a la población en su totalidad a "que estudien" el uso de las criptomonedas, "que las utilicen para pagar, que aprendan con pequeños montos" porque las monedas virtuales han llegado para quedarse, y el mercado latinoamericano no se quiere quedar atrás.
¿Cómo se alcanza esa "democratización" en un espacio virtual descentralizado? Permitiendo que todos los actores tengan acceso al minado a través de un dispositivo que vaya acorde con ese nuevo proceso bajo el que opera Jasper y que distribuye el turno "por una ronda, no por quién es el más fuerte", según Ratto.
A ese pequeño procesador que están creando lo han llamado "Jaspberry" y es compatible con computadores y teléfonos, una novedad en el campo por su capacidad para llevar a cabo la creación de monedas sin estar conectado a una red eléctrica más compleja.
De esta manera, se potencia en Latinoamérica, donde se presenta inicialmente la JasperCoin, que esta forma de pago se ponga al alcance de individuales y agentes más pequeños, teniendo en cuenta que el concepto parece reservado a día de hoy a grandes empresas con conocimiento en el ámbito tecnológico y matemático.
"El concepto es muy poderoso, es disruptivo en lo que nosotros pensamos", admite Ratto, que no se equivoca: pocas personas son ajenas ya a la presencia revolucionaria del bitcóin.
Por ello, anima a la población en su totalidad a "que estudien" el uso de las criptomonedas, "que las utilicen para pagar, que aprendan con pequeños montos" porque las monedas virtuales han llegado para quedarse, y el mercado latinoamericano no se quiere quedar atrás.