Paz, primer satélite español de observación de la Tierra, despegó con éxito
El satélite pesa unos 1.400 kilogramos, mide 5 metros de altura por 2,4 metros de diámetro, y está configurado para poder dar 15 vueltas diarias a la Tierra a una altura de 514 kilómetros.
Video: EFE
Vandenberg EFE
Paz, el primer satélite español de observación de la Tierra, despegó con éxito desde la base aérea militar de Vandenberg (California, EE.UU.) a bordo de un cohete Falcon 9 de la compañía SpaceX para iniciar una misión con fines tanto militares como civiles.
El lanzamiento de Paz se produjo desde esta instalación militar situada 250 kilómetros al noroeste de Los Ángeles, y cerró así una mala racha de infortunios y aplazamientos, que sólo en la última semana, ya fuera por cuestiones técnicas o metereológicas, había llevado a retrasar el despegue del dispositivo en tres ocasiones (17, 18 y 21 de febrero).
SpaceX confirmó que la secuencia prevista de lanzamiento, incluyendo la separación de sus partes o etapas y el despliegue de Paz, se desarrolló con éxito, aunque posteriormente será Hisdesat, la propietaria, operadora y explotadora de Paz, quien confirme si el satélite funciona de manera correcta.
Desde España, en un acto organizado para seguir el lanzamiento en la sede del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, calificó la jornada de "histórica" para el país.
"Entre todos, hemos dado un paso más para defender a la sociedad española y los valores que nos representan", indicó.
"Una gran nación como España que abrió todos los caminos y las aguas en el universo de la exploración humana hace ya cinco siglos sigue hoy, en el siglo XXI, con una ambición y vocación consustanciales a nuestro espíritu como país", añadió.
En este evento también intervino Santiago Bolíbar, presidente del Consejo de Hisdesat, quien explicó que se espera recibir señales de Paz en el INTA.
Según fuentes de Hisdesat, un centro ubicado en Alemania ya ha captado señal del satélite.
El guión para el lanzamiento de Paz siguió los mismos pasos de este miércoles, cuando a tan sólo diez minutos del despegue previsto se aplazó por los fuertes vientos de altura.
SpaceX confirmó que la secuencia prevista de lanzamiento, incluyendo la separación de sus partes o etapas y el despliegue de Paz, se desarrolló con éxito, aunque posteriormente será Hisdesat, la propietaria, operadora y explotadora de Paz, quien confirme si el satélite funciona de manera correcta.
Desde España, en un acto organizado para seguir el lanzamiento en la sede del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, calificó la jornada de "histórica" para el país.
"Entre todos, hemos dado un paso más para defender a la sociedad española y los valores que nos representan", indicó.
"Una gran nación como España que abrió todos los caminos y las aguas en el universo de la exploración humana hace ya cinco siglos sigue hoy, en el siglo XXI, con una ambición y vocación consustanciales a nuestro espíritu como país", añadió.
En este evento también intervino Santiago Bolíbar, presidente del Consejo de Hisdesat, quien explicó que se espera recibir señales de Paz en el INTA.
Según fuentes de Hisdesat, un centro ubicado en Alemania ya ha captado señal del satélite.
El guión para el lanzamiento de Paz siguió los mismos pasos de este miércoles, cuando a tan sólo diez minutos del despegue previsto se aplazó por los fuertes vientos de altura.
En un frío amanecer de Vandenberg, con temperaturas bordeando los valores negativos, responsables de la base militar y de SpaceX, junto a los periodistas desplazados entre los que se encontraba Efe, presenciaron la cuenta atrás y el despegue del cohete desde un descampado de la instalación militar cercano al océano Pacífico.
Aproximadamente dos minutos y medio después de que comenzara el vuelo, la primera y la segunda partes o etapas del Falcon 9 se separaron.
La primera etapa del Falcon 9 ya había sido empleada en una misión que tuvo lugar en agosto de 2017, cuando se puso en órbita el satélite taiwanés de observación Formosat-5.
En torno a once minutos tras el despegue del cohete, el satélite Paz fue desplegado con éxito en la órbita baja terrestre.
Paz es el primer satélite español de observación, ya que los que hasta ahora se encontraban en el espacio son de telecomunicaciones, y con este dispositivo España se une a Alemania e Italia como los únicos países europeos con un satélite de esta naturaleza.
Entre los usos militares y civiles de Paz destacan, por ejemplo, las aplicaciones de inteligencia, cartografía, control fronterizo, evaluación de catástrofes naturales, urbanismo y planificación del territorio, observación del medioambiente y otros propósitos científicos.
Paz podrá generar hasta cien imágenes diarias de alta resolución que, gracias a la tecnología radar, podrán ser captadas en cualquier momento del día sin depender de la luz del Sol o de las condiciones atmosféricas.
El satélite pesa unos 1.400 kilogramos, mide 5 metros de altura por 2,4 metros de diámetro, y está configurado para poder dar 15 vueltas diarias a la Tierra a una altura de 514 kilómetros.
Paz se diseñó para una vida útil de 5 años y medio, y en este proyecto, que ha costado 160 millones de euros (197,2 millones de dólares), se han involucrado quince empresas y tres universidades españolas.
Paz comenzó a gestarse en 2007 y sufrió un notable revés en 2015 cuando su lanzamiento, previsto con un lanzador del consorcio ruso Kosmotras, se pospuso debido al conflicto entre Rusia y Ucrania a causa de Crimea.
El satélite Paz -junto al satélite óptico de uso civil Ingenio, aún por lanzar- está incluido en el Programa Nacional de Observación de la Tierra del Gobierno español.
Lompoc, situada a unos 10 kilómetros de la base de Vandenberg y con alrededor de 43.000 habitantes, es la ciudad más cercana a esta instalación militar y aeronáutica, cuyo peso e influencia se dejan notar en la población.
Aficionados de la aeronáutica y turistas curiosos se suelen acercar a esta ciudad para ver los lanzamientos de cohetes, tal y como explicó a Efe una de las recepcionistas del motel Inn of Lompoc, quien detalló que de la docena de habitaciones que tenía alquiladas estos días más de la mitad correspondían a personas que vinieron a presenciar el despegue del satélite Paz.
Aproximadamente dos minutos y medio después de que comenzara el vuelo, la primera y la segunda partes o etapas del Falcon 9 se separaron.
La primera etapa del Falcon 9 ya había sido empleada en una misión que tuvo lugar en agosto de 2017, cuando se puso en órbita el satélite taiwanés de observación Formosat-5.
En torno a once minutos tras el despegue del cohete, el satélite Paz fue desplegado con éxito en la órbita baja terrestre.
Paz es el primer satélite español de observación, ya que los que hasta ahora se encontraban en el espacio son de telecomunicaciones, y con este dispositivo España se une a Alemania e Italia como los únicos países europeos con un satélite de esta naturaleza.
Entre los usos militares y civiles de Paz destacan, por ejemplo, las aplicaciones de inteligencia, cartografía, control fronterizo, evaluación de catástrofes naturales, urbanismo y planificación del territorio, observación del medioambiente y otros propósitos científicos.
Paz podrá generar hasta cien imágenes diarias de alta resolución que, gracias a la tecnología radar, podrán ser captadas en cualquier momento del día sin depender de la luz del Sol o de las condiciones atmosféricas.
El satélite pesa unos 1.400 kilogramos, mide 5 metros de altura por 2,4 metros de diámetro, y está configurado para poder dar 15 vueltas diarias a la Tierra a una altura de 514 kilómetros.
Paz se diseñó para una vida útil de 5 años y medio, y en este proyecto, que ha costado 160 millones de euros (197,2 millones de dólares), se han involucrado quince empresas y tres universidades españolas.
Paz comenzó a gestarse en 2007 y sufrió un notable revés en 2015 cuando su lanzamiento, previsto con un lanzador del consorcio ruso Kosmotras, se pospuso debido al conflicto entre Rusia y Ucrania a causa de Crimea.
El satélite Paz -junto al satélite óptico de uso civil Ingenio, aún por lanzar- está incluido en el Programa Nacional de Observación de la Tierra del Gobierno español.
Lompoc, situada a unos 10 kilómetros de la base de Vandenberg y con alrededor de 43.000 habitantes, es la ciudad más cercana a esta instalación militar y aeronáutica, cuyo peso e influencia se dejan notar en la población.
Aficionados de la aeronáutica y turistas curiosos se suelen acercar a esta ciudad para ver los lanzamientos de cohetes, tal y como explicó a Efe una de las recepcionistas del motel Inn of Lompoc, quien detalló que de la docena de habitaciones que tenía alquiladas estos días más de la mitad correspondían a personas que vinieron a presenciar el despegue del satélite Paz.