La actual coyuntura ha hecho que el interés de los inversores vuelva a valores refugio, tanto en el caso de los más tradicionales -el oro marca sus mejores precios desde el 2011- como de los más nuevos –si acudimos a un gráfico del precio de bitcoin de alguna página especializada o alguna plataforma de trading online, en el par BTC/USD la criptomoneda más famosa supera de sobra los 9.00 dólares, valor muy por encima de los 5.000 dólares que rondaba a mediados de marzo- y si un mercado acumula capital no es de extrañar que a su vez aumenten los robos y estafas relacionados con él, y si hay un mercado que acumula robos sonados es precisamente el mercado de las criptomonedas.

Operar con criptomonedas a través de CFDs

Antes de hablar de las empresas que se encargan de custodiar las criptomonedas de terceros no está de más saber que podemos operar con criptomonedas -con el valor de sus cotizaciones más bien- sin poseer el activo, y es mediante el trading de CFDs sobre criptomonedas a través de la plataforma de un bróker de trading online.

¿Cuáles son los puntos a favor y los puntos en contra de operar de esta forma con criptomonedas? Pues como puntos favorables tenemos la imposibilidad de perder el activo -no lo poseemos- y la posibilidad de operar aún en mercados bajistas –para lo que se abrirían operaciones en corto o de venta- y que para beneficios potenciales mayores -ojo, potenciales, ni mucho menos seguros- el capital inicial a invertir puede ser relativamente bajo ya que se opera apalancado –algo así como adquirir deuda para invertir por encima de nuestras posibilidades-.

Entre los contras tenemos el hecho de que operar mediante apalancamiento implica la posibilidad de perder rápidamente la inversión cuando hay pérdidas, y, aunque existen herramientas de gestión del riesgo, si además se opera con un bróker que no cuente con protección frente a saldo negativo el trader podría llegar a incurrir en deudas. Por otra parte, al no poseer el activo no nos beneficiaremos de las subidas a no ser que abramos posiciones en largo -de compra- y aún en mercados alcistas un movimiento del mercado bajista breve en el tiempo pero intenso puede cerrar nuestra posición en pérdidas.

En caso de no desear hacer trading pero sí comprar la criptomoneda “físicamente” por el motivo que sea -queremos utilizarla como dinero, creemos que su precio podría dispararse en el medio o largo plazo, …- es recomendable utilizar los servicios de alguna empresa de compraventa y custodia de criptomonedas de confianza o aprender concienzudamente los métodos para guardarlas nosotros mismos, teniendo siempre presente que olvidar nuestras claves privadas significa perder la criptomoneda para siempre, ya que perder esta clave nada tiene que ver con olvidar nuestra contraseña de gmail.

Deja que otros custodien tus criptomonedas por ti

Y paga comisiones por ello. Por supuesto que desentendernos de toda responsabilidad a la hora de custodiar nuestra cartera de criptomonedas debe tener un precio, ya que hay empresas que han nacido en torno a la idea de cargar con el peso de la responsabilidad y correr con los riesgos en caso de robo y/o pérdidas contratando los correspondientes seguros. Si hemos tomado la decisión de invertir una parte importante de nuestro capital en criptomonedas sería conveniente que al menos parte de nuestras reservas en criptomonedas las custodie alguna de las empresas de probada competencia que llevan años ofreciendo estos servicios.

Los servicios de custodia e intercambio de criptodivisas más comunes son las exchanges, que dado que su negocio son las criptomonedas cuentan con medidas anti hacker más potentes de las que podríamos tener nosotros como usuarios particulares y algunas incluso conservan parte de sus reservas de criptomonedas offline -se denomina almacenamiento en frío en el mundillo- lo que imposibilita que puedan ser robadas mediante una intrusión a menos que esta se produzca físicamente.

Pero no todo es robo de criptomonedas

Y es que las estafas relacionadas con las criptomonedas no se limitan a la sustracción de las mismas, ya que a pesar de que no seamos inversores en este mercado podemos ser víctimas del secuestro de los recursos de nuestra computadora mediante el criptojacking, el cual utiliza la potencia de computación de nuestro dispositivo -y la energía que pagamos religiosamente cada mes- para minar criptomonedas, obteniendo los maleantes todo el beneficio sin correr con ninguno de los gastos. Está claro que invertir en seguridad informática nunca está de más.