Standard & Poor's rebaja calificación crediticia de Panamá
Si en los próximos 12 a 24 meses no se logra reducir el déficit fiscal, el país enfrentaría una nueva rebaja que agravaría la acumulación de deuda.
La economía panameña recibió otro golpe. Standard & Poor's Global Ratings bajó la calificación crediticia del país a BBB-, colocándolo al borde de perder el preciado grado de inversión. La decisión fue motivada por el aumento de la deuda pública, exacerbado por los bajos ingresos fiscales.
La agencia explicó que, aunque la perspectiva se mantiene estable por ahora gracias a la estabilidad política y la continuidad de políticas económicas clave, advierte que el panorama podría cambiar.
El ministro de Economía, Felipe Chapman explicó que, aunque la decisión de S&P refleja los desafíos fiscales actuales, también representa un llamado de atención oportuno para adoptar medidas prudentes. “Se nos está dando un campanazo muy fuerte. Es una señal de que, si somos responsables con decisiones importantes como la reforma al sistema de pensiones, podemos lograr beneficios significativos. De lo contrario, el riesgo es enorme”, enfatizó.
Chapman también señaló que esta rebaja era anticipada por analistas y mercados, dado el deterioro fiscal que el país ha enfrentado, especialmente en los últimos 24 meses.
Según la calificadora, el gobierno panameño ha tomado medidas clave, como la presentación de un presupuesto austero para 2024 y una propuesta de reforma al sistema de pensiones, diseñadas para garantizar sostenibilidad sin aumentar impuestos.
S&P destacó los esfuerzos del gobierno por fortalecer la recaudación fiscal mediante herramientas como la promoción de la factura fiscal y la reducción de la evasión tributaria. Estas iniciativas, según Chapman, buscan generar recursos para inversiones sociales y obras públicas, mientras se mejora la transparencia en el manejo de fondos.
Además, el sistema bancario panameño fue señalado como un pilar clave para la estabilidad financiera del país, gracias a colchones de liquidez que superan los estándares internacionales y garantizan la confianza en el sector.
El reporte advierte que, de no tomarse medidas concretas, Panamá podría enfrentar una nueva degradación en los próximos 12 a 24 meses. No obstante, la perspectiva estable asignada por S&P refleja confianza en la estabilidad política y en la continuidad de políticas económicas responsables.
Este retroceso se suma al de marzo pasado, cuando Fitch Ratings también rebajó la calificación de Panamá. Ahora, los ojos están puestos en la evaluación pendiente de Moody’s, que podría definir el futuro económico del país.